¿Tuvimos un hijo

Capitulo 123

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Capítulo 123

La expresión del hombre se apagó mientras que sus labios se retorcieron un poco,

– No –respondió.

Anastasia resopló al escuchar eso y dijo:

–

Me temo que alguien tan simple y normal como yo nunca podrá conversar con alguien tan engreido co

mo tú.

Luego de decir eso, Anastasia tomó su bolso y se retiró. Al mismo tiempo, Helen se estaba acercando c

on algunos platos

de comida. Cuando vio a Anastasia caminado hacia su dirección, Helen se inclinó hacia ella apropósito

para que chocara contra su hombro. Después, Anastasia comenzó a actuar; arrojó su plato hacia el suel

o mientras se tambaleaba y se agarraba de la mesa a su lado.

– Ay… – se quejó Helen de forma débil.

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Al principio, Elías estaba de espaldas a ellas, pero se giró de inmediato al escuchar el sonido del

vidrio rompiéndose. Cuando se giró, vio a Helen agarrándose de una silla, Anastasia mirando hacia atrá

s mientras resoplaba y el vidrio roto por todo el piso. Anastasia no se molestó en echar otro vistazo a la

situación y solo se retiró. Helen se agachó de inmediato para recoger los pedazos de vidrio roto, pero Elí

as la detuvo.

– iNo lo recojas! Te puedes cortar. Que los criados lo hagan.

Helena lo había hecho apropósito; ella sabía que Elías no la dejaría levantar los pedazos de vidrio roto s

in decir nada.

–Qué desperdicio –dijo Helen mientras ponía una expresión triste y se frotaba el hombro.

–¿Te lastimó? —preguntó Elias con preocupación.

–No es su culpa. No la culpo de nada.

Helen se mordió el labio como si estuviera forzándose a aguantar todo lo malo que le habían hecho. Eso

daría la impresión de que Anastasia era grosera y desafiante. Al escuchar eso, una expresión de conflic

to apareció en el rostro de Elías. Por alguna razón, él se sintió exasperado por el comportamiento de An

astasia; no quería que fuera una persona tan grosera. Por otro lado, Anastasia sabía bien que Helen est

aba fingiendo, pero no quería hacer nada al respecto.

«Elías está cegado, así que no podrá darse cuenta de nada por su cuenta. No quiero ser la persona que

le diga nada de eso» pensó Anastasia.

Mientras tanto, Miguel y sus padres seguían en la habitación VIP. Los padres de Miguel le estaban pres

entando a algunos mayores en la industria de los negocios con la esperanza de que le dieran apoyo y g

uía en el futuro. Luego de que Miguel se presentara y brindara con todos ellos, por in tuvo la oportunida

d de salir del salón principal.

Miguel observó su alrededor por un momento antes de encontrar la figura atractiva y voluptuosa que ha

bía estado buscando en la multitud. Al mismo tiempo, Elías salió caminado del área de

comida. Miguel lo notó casi de inmediato

y caminó hacia Anastasia apropósito antes de poner su brazo alrededor de su cintura.

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–¿Me extrañaste? —preguntó Miguel en un tono intimo.

Anastasia saltó un poco antes de girarse para ver a Miguel y dijo con una risita:

–iMe asustaste!

Luego, Miguel se acercó

a ella para susurrarle algo en el oído. Pero, desde el ángulo de Elías, parecia como si Miguel le estuviera

– Te ves maravillosa esta noche, Anastasia –susurró Miguel antes de sonreírle mientras la soltaba.

Sin embargo, Elías estaba seguro de que acababa de ver a Miguel besando a Anastasia frente a todos. A

del beso. El rostro entero de Elias se puso rigido después de

presenciar la escena y de inmediato se giró para caminar hacia otra dirección. Miguel observó como su p

«iParece que mi pequeño plan funcionó!»

Anastasia no tenia idea de lo que estaba sucediendo y Miguel tomó su mano enseguida antes de llevarla

–

Oye, mejor vamos a una de las habitaciones del segundo piso. Hay muchas personas aquí y hay mucho

Anastasia no tenia otra opción más que acompañarlo y Miguel le indicó a uno de los meseros que les e

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